Qué huérfanos de información estamos en nuestro país. Consulté cuáles son las Coberturas del SOAT a las Boticas BTL, a los Grifos Primax, Repsol YPF y al Banco Wiese (quienes cual "travestis" de Seguros comercializan el SOAT), y ninguno siquiera sabía qué son coberturas; recibí estas respuestas de los encargados: "Sólo vendo el SOAT", "No puedo decir porque no sé", "Nosotros vendemos nada más", " el Banco vende y la Cía. de Seguros informa".....
Debo decir que mis preguntas fueron: cuál es la suma asegurada por Sepelio, cuánto le pagan a mi esposa si fallezco por accidente de tránsito?, si dejo de trabajar 10 días por el accidente cuánto me corresponde?, entre otras.
Si esta desinformación existe para el millón docientos mil personas que tienen un vehículo y deben comprar este Seguro obligatorio, no es necesario ser adivinos para colegir que todo el resto de personas que se encuentran dentro del Perú ignoran cuáles son sus derechos cuando ocurre un accidente de tránsito. Las preguntas que flotan en torno a los beneficios del SOAT son:
Quién le enseña a todos pasajeros y peatones?,
Quién le enseña al 13% de quechuahablantes?,
Quién le enseña al 12% de analfabetos?,
Quién le enseña (para que enseñen sus clientes) a esos vendedores de SOAT que sólo reciben la indicación del jefe de sólo vender?,
Dónde está INDECOPI que no realiza operativos en defensa de los usuarios y consumidores de SOAT,
Dónde está el órgano rector la Superintendencia de Banca y Seguros para fiscalizar todos esos miles de miles de sitios donde irregularmente expenden el SOAT?, qué espera la Plataforma de Atención del Usuario?,
Dónde está la Defensoría del Asegurado de los Aseguradores?,
Dónde están los inspectores del Ministerio de Transportes para poden orden?,
Sirve de algo tener el mejor SOAT a nivel latinoamérica si la gente desconoce sus beneficios?.
Este interesante Plan Alfabetizador lanzado recientemente por el Gobierno, debería extenderse también a los sectores donde la gente desconoce sus derechos cuando ocurre una desgracia, lamentablemente el infortunio ataca despiadadamente a la gente de menos recursos, es decir a los
más pobres; esto es injusto y más aún si no se cuenta con una adecuada y justa información en cuanto a sus legítmos derechos....qué mal huele en este Siglo 21 el antiguo adagio que susurraban los señorones, que entre juegos de casino y bocanadas de humo decían "......no le enseñes al pueblo que cuanto más sabe más te va a reclamar".
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